💬 No soy difícil de amar. Solo estoy cansada de no ser amada bien

 Me han dicho que soy intensa.

Que soy demasiado emocional.
Que tengo expectativas altas.
Que pido mucho.

Y por un tiempo, me lo creí.
Pensé que tal vez sí era difícil de amar.
Que mis heridas me hacían complicada.
Que mi forma de sentir, de hablar, de pedir… era “demasiado”.

Pero hoy lo veo diferente.
No, no soy difícil de amar.
Solo estoy cansada.
Cansada de los amores a medias.
Cansada de las promesas vacías.
Cansada de tener que explicarle a alguien una y otra vez cómo se ama de verdad.

No quiero amor a ratos.
No quiero cariño solo cuando les conviene.
No quiero migajas disfrazadas de afecto.

Yo soy simple…
A mí me encanta bailar, cantar, reírme como niña, ser goofy, bromear.
Nunca he pedido lujos ni cosas caras.
Solo quería amor.
Solo quería presencia.
Solo quería que alguien me eligiera de verdad.

Solo quería sentirme libre de decir “esto no me gusta” sin que se enojara.
Quería un apoyo constante.
Que me defendiera, incluso si yo no tenía la razón,
pero que frente a los demás estuviera conmigo, no contra mí.
Que me corrigiera si era necesario, pero en privado, con amor…
no con humillaciones o rechazo.

Quiero un amor que no me haga sentir que tengo que reducirme para ser aceptada.
Un amor que no me apague.
Un amor que sepa ver todo lo que soy — incluso mis partes rotas — y no huya.
Un amor que no me castigue por sentir mucho, sino que me valore por ser honesta. 

Y si eso es mucho para alguien… entonces ese alguien es poco para mí.

No soy difícil de amar.
Solo aprendí a no aceptar un amor que me haga dudar de mí.